Es una dimensión fundamental del ser humano relacionada con aspectos biológicos, psicológicos, afectivos y culturales. Comprende todas aquellas experiencias vividas desde que nacemos hasta que morimos y que afectan la forma de estar en el mundo y la manera en que nos identificamos. Una gran influencia es la familia que, con sus creencias, valores y enseñanzas, educa a sus hijos e hijas en todo lo relacionado con la sexualidad, de manera adecuada o con algunas falencias.