Bienestar de las personas, crecimiento de las familias, productividad de las organizaciones
Autoridad y disciplina
En la difícil tarea de educar se puede pasar de la opresión a la permisividad, de ser autoritarios a ser esclavos de los estudiantes. De ser rígidos e intolerantes a ser los “bonachones” para que los estudiantes no se “traumaticen” o entutelen al profesor por coartar “el libre desarrollo de la personalidad”… perdiendo autoridad y disciplina.
Conferencia para los profesores (les sirve mucho a los padres de familia) para reafirmar la necesidad de mantener la autoridad y establecer claras pautas de disciplina. La ley no ha quitado la obligación de padres y profesores de educar a las nuevas generaciones